Preparación

Esta es una mezcla de sabores muy interesante y sorprendente para quienes no conocen la cocina peruana. Queda un pollo con el sabor dulce de la piña natural, por supuesto. Preparar este plato te tomará no más de 45 minutos y da buen resultado en la mesa. Otra receta muy buena para que los niños coman carne.

Usamos piña fresca, la pelamos bien, se corta en rodajas y se le quita el corazón. Hervimos estas rodajas en agua con azúcar. La cantidad de azúcar depende del gusto, recomiendo una cucharada sopera, y si usas azúcar moreno (panela) mejor aún. Una vez cocida la piña se retira del fuego, y reservamos.

Mientras la piña está cociendo corta el pollo en trozos (en cuartos por ejemplo) que se aderezan con sal, pimienta, cominos y ajos, y se deja por unos diez minutos, para que la carne tome el gusto del aderezo. Una vez aderezadas se frien en aceite bien caliente, cuando la carne esté dorada por fuera, la ponemos en en un plato y reservamos.

En una olla se echa aceite mezclamos con kétchup, agregar la piña con todo el líquido, y las presas para que terminen de cocinarse, se añade el pimiento cortado en tiras gruesas y dejamos que cueza a fuego medio.

En un vasito mezclamos el chuño con agua fría y se agrega a la presas cuando ya estén cocidas, se deja unos minutos para que el caldo se espese. Se puede servir acompañado con arroz blanco.

Lo más fácil es comprar el pollo ya limpio, sin piel y troceado: muslos, pechugas, alas.

Si no tienes chuño puedes emplear maizena o incluso harina.

Si tienes prisa puedes emplear piña en coserva, ya la tienes cortada y lista para usar.